sábado, 20 de enero de 2018

DIDÁCTICA: DIARIO TEMA 1


En estas sesiones abordamos el tema de las distintas clasificaciones de los idiomas y la influencia que tienen unas y otras en el proceso de enseñanza-aprendizaje de una LE. Este es el tema más interesante que hemos abordado, puesto que a día de hoy la comunidad educativa no ha llegado a un consenso y existen posturas que defienden que la L1 debe desaparecer completamente del aula de LE y posturas que defienden lo contrario. En mi opinión, considero que el uso de la L1 es, en ocasiones, muy necesario y me baso en el principio de que si damos por hecho que cuantas más lenguas conozcas y aprendas más fácil te resulta adquirir una nueva, entonces, deberíamos utilizar todos esos recursos para el aprendizaje de una LE, es decir si hay aspectos de la L1 muy similares a la LE ¿por qué no utilizarla y compararlas? Y también en el caso totalmente contrario, si hay un aspecto de la LE muy diferente de la L1 se pueden utilizar ambas para contrastarlas y que el alumno se dé cuenta de esas diferencias. Además, este debate también se puede extrapolar al debate de si un profesor debe ser nativo o no. En la actualidad se le da mucha importancia a que el profesor de una LE provenga de un país donde se hable dicha lengua y se rechazan a los profesores que aprendieron la lengua como LE pero “ser nativo no es ninguna profesión” y por lo tanto estoy totalmente en contra de esta idea. Un profesor que comparta la L1 con sus alumnos puede entender las dificultades de aprendizaje de sus alumnos, dificultades que para un nativo pasarían desapercibidas y no profundizaría en ellas. Para afirmar tal cosa, me baso en mi propia experiencia como auxiliar de español en una universidad del Reino Unido, me preguntaban aspectos del castellano, lengua que obviamente domino y utilizo con corrección, pero me di cuenta que no sabía su explicación y mucho menos hacerles entender las diferencias de aspectos tan básicos (como hablante nativo) del español que nunca me había parado a pensar en ellos (diferencias entre ser y estar, entre perfecto e imperfecto…). Un profesor inglés de español que tuvo que solventar esas dificultades para aprender español estará mejor capacitado para enseñar esos aspectos y más a sus alumnos que se encuentran con los problemas que él mismo tuvo cuando inició sus estudios.
No obstante, utilizar la L1 en clases también tiene sus aspectos negativos, si se recurre mucho a ella el alumno pierde motivación y tiempo de exposición a la LE, además si ve que el profesor habla en su L1 es bastante probable que el alumno se dirija a él en esa lengua la mayor parte del tiempo y por lo tanto no practique la LE. Además, tener muy presente la L1 puede hacer que se cometan muchos más errores de calcos al estar intentando pensar siempre en la L1. Por lo tanto, a modo de conclusión, se puede y debe usar la L1 en clases, pero en su justa medida.

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